La educación es como un jugo de naranja
La acción de educarnos es como preparar un jugo de naranja: Uno corta la fruta, extrae el jugo a través de un exprimidor y utiliza el colador para quedarse solamente con el zumo. Todos hacemos este mismo ejercicio cuando aprendemos algo. Con esta analogía se puede decir que a lo largo de nuestra vida todos somos jugueros y tenemos una serie de naranjas a disposición de las cuales podemos extraer un gran zumo de conocimientos.