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Hay momentos en la vida en que no se puede fallar

Un alumno no entregó el trabajo final. Estaba previsto para un domingo hasta las 23:59 horas. Era la primera vez que me ocurría y claramente recordé las enseñanzas de mi abuelo: “hay momentos en la vida en que no se puede fallar”.

Inicio de la historia

Un lunes me levanté muy temprano por la mañana y vi un mensaje que había llegado a mi email a las 00:10 horas en el que un alumno me explicaba que tuvo problemas con la conexión de Internet para entregar la evaluación y que, por favor, acepte la entrega (tardía por 10 minutos) porque no quería desaprobar el curso.

Cuando inicia un semestre, a mis estudiantes siempre les cuento la historia de Pedrito y la del jugo de naranja. Con ello garantizo las normas de la clase de forma clara y metafórica.

Este caso me llevó a pensar en una enseñanza que me dejó mi abuelo: hay momentos en la vida en que no se puede fallar.

Ejemplos de la vida

Por ejemplo, un médico si se equivoca en el diagnóstico o el procedimiento, el paciente puede perder la vida. O la vez que Alex Valera perdió el penal frente a Australia que nos dejó fuera del mundial de fútbol Catar 2022.

La vida, en algunos casos, no da segundas oportunidades.

En ambos casos no hay margen de error. Nadie le regresa la vida a un paciente mal operado o con error en el diagnóstico. Y en el caso de la selección peruana y la angustia del hincha, se deberá esperar cuatro años a ver si se vuelve a clasificar.

La vida, en algunos casos, no da segundas oportunidades.

El sistema es así, hay que aceptarlo y prepararse para aquellos momentos de la vida en que no se puede fallar. Sabias palabras de mi abuelito.

La moraleja

Regresando a la historia. Le contesté al estudiante que agradecía su comunicación; sin embargo, no podía admitir su trabajo final, porque, entre otras cosas, la educación universitaria los prepara para esos momentos decisivos de la vida.

El alumno reclamó ante las autoridades universitarias que, afortunadamente, respaldaron mi decisión.

El alumno jaló, y, curiosamente, se volvió a matricular en mi clase en el siguiente semestre. En esa segunda ocasión, me agradeció por haberlo desaprobado.

Escribe: Daniel Jácobo

Foto: Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay

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1 comentario en «Hay momentos en la vida en que no se puede fallar»

  1. Buena la historia que cuentas.
    Le ocurrió algo parecido a mi hija. Desaprobó un curso de costos I y podía aún aprobarlo en desaprobados y no lo aceptó porque en ese examen podía sacar màximo 14 y si lo lleva en verano se saca 20 y es la base de otro curso
    Me alegró tomé esa decisión desacatando órdenes del decano. Al final terminó en primer puesto en todo.
    Al volver a repetir ese curso le permitió conocer más. Ella estudió Turismo.

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